Este blog forma parte del proyecto narrativo Cuéntalo Todo, bajo la derección del maestro Sandro Cohen dentro de la materia Redacción Universitaria del Departamento de Humanidades, División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana - Azcapotzalco

domingo, 28 de octubre de 2012

Días de diversión


Después del viaje, pensé que las cosas cambiarían. Él estudiaba; yo, también y eso reducía la posibilidad de que nos viéramos.

Un día, común y corriente, me encontraba en la escuela; sonó mi celular, era un mensaje de él, que me decía: “Hola, amor, ¿te puedo ver el viernes? Es que Sarai organizara una fiesta”. Le dije que sí, que pasara a mi casa por mí a las 20:00 horas. Al salir de la escuela, le mande un mensaje a mi amiga Sarai que decía: “Sara, nos vemos a las 17:00 horas en el centro comercial para comprar lo que necesitamos de ropa para la fiesta”.

Llegamos al centro comercial. Recorrimos todas las tiendas de ropa, hasta que encontramos la más adecuada para la ocasión. Compramos unos jeans, blusas, un par de zapatos, chamarras y hasta una bolsa. ¡Todo estaba listo para la esperada fiesta!

El viernes saliendo de la escuela, me fui muy rápido para mi casa, pues tenía que llegar a arreglarme. Llegando a mi casa, arregle mi ropa, me bañe, me vestí, me hice mil peinados, hasta que encontré el adecuado.

Sonó mi celular, era un mensaje de Sarai que decía: “Ale, ¿puedes llegar antes de las 20:00 para que me ayudes con las cosas de la fiesta?”. Le respondí que no podía, ya que Erick pasaría por mí.

Llegó la hora esperada. Eran las 20:20 horas y él todavía no llegaba. Mis nervios me hacían pensar tantas cosas: ¿Le habrá pasado algo? O ¿Ya me dejó plantada? A las 20:30 por fin llegó, se disculpó por el retraso y a cambio me dio una rosa. Me puse tan contenta que ni recordé preguntarle el porqué de su retraso.

Llegamos a la fiesta. Había música, bebida, botana y mucha gente. Toda la noche estuvimos bailando y platicando. Esa misma noche, organizamos una salida para asistir a Six Flags el domingo. Me la pase muy bien esa noche, y más por convivir con él y mis amigos.

El domingo a las ocho de la mañana me levante y me arregle para llegar a Six Flags a las diez, hora en que nos citamos.

Llegué un poco tarde. Les pedí disculpas por el retraso, pues había mucho tráfico. Tenían cara de desesperados, ya que solo me esperaban a mí. Al entrar al parque, todos pusimos cara de admiración, no podíamos creer lo que estábamos viendo…

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